La Biblia exalta y homenajea la imagen de la mujer en su papel en la sociedad y en la familia, reconoce la importancia de su influencia y destaca las virtudes de su entrega, amor y piedad. Desde el primer capítulo de la Biblia, las mujeres juegan un papel prominente que regulan el tono de los relatos bíblicos.

Las mujeres nunca fueron relegadas en la vida social y religiosa de Israel ni en la Iglesia del Nuevo Testamento. Compartían con los varones en todos los banquetes y en el culto público. Cuando Salomón llegó a ser rey, rindió público homenaje a su madre, poniéndose de pie cuando entró en su presencia e inclinándose y haciéndole una reverencia antes de sentarse en su trono (1 Reyes 2:19). Sara y Rahab son nombradas en Hebreos 11 entre los héroes de la fe. También se insinúa como tal a la madre de Moisés, Jocabed. En Proverbios, la sabiduría es personificada como una mujer. La iglesia según nos relata el Nuevo Testamento es una mujer, la novia de Cristo.

Las Escrituras, desde Génesis hasta el Apocalipsis, levanta la condición social, legal y espiritual de la mujer, no obstante los movimientos seculares feminista, que devalúa y difama la feminidad. El ultra feminismo promueve la igualdad sexista y rebaja a la mujer de la posición que Dios la colocó como ayuda idónea y Gloria del varón. Sin embargo estos mismos grupos, quieren que la familia y su cuidado sean prioridad menospreciando el rol de la maternidad, la única tarea por excelencia exclusivamente femenina.

La palabra de Dios honra a las mujeres por ser mujeres, y las anima a buscar el honor en una manera exclusivamente femenina. Le invito en el día de hoy a tener un encuentro con siete mujeres y siete historias extraordinarias, de tal manera que nos desafíe y nos motive para conocer mejor al Dios en quien ellas confiaron y a quien sirvieron.

Pastor Luis O. De León

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