La vida del hombre está llena de obstáculos desde el momento en que nace.  Hay muros que se anteponen en el camino y bloquean la bendición que Dios separó para ti desde antes de la fundación del mundo.

Las ciudades antiguas estaban amuralladas para evitar la invasión de enemigos.  Hoy el enemigo levanta muros para que no veas la bendición que te espera al otro lado.  Igual que el pueblo de Israel se movilizó y venció los obstáculos que le impedían conquistar la tierra prometida, Dios demanda de su iglesia la movilización para derribar los muros que impiden tu bendición.  Sólo confiando en el Poder de Dios activando la fe y moviéndote podrás lograrlo.

“Con mi Dios yo asaltaré los muros con mi Dios ejércitos derribaré…”

Gloria Vidal

 

Categories: Reflexiones