Una pequeña iglesia Alianza con un corazón grande moviliza su comunidad en el Suroeste de Nebraska para construir un nuevo hogar a una familia que perdió el suyo en una inundación. Gary y su hija Cristal cuentan su testimonio de los muchos recuerdos de su casa. La noche de la inundación, cuando abrió la puerta corrediza para salir afuera, el agua entró con fuerza desde afuera de tal magnitud que casi lo derriba al suelo. Toda la casa quedo arruinada. No tenían a donde ir.
El Pastor Bob Witt fue conmovido por la compasión de su corazón y sabía que ellos necesitaban de alguien que abogara por ellos. Gary contaba al Pastor Bob que nadie en la comunidad se les había acercado para ayudarles. El Pastor Bob le dijo que le iba a construir una casa nueva. Era el tiempo de ser las manos y los pies de Jesús.
Dios tocó a Brad Kinney, un constructor que iba a la iglesia, y aunque no podía ir todos los días-solo ciertos días- sentía que tenía un compromiso para ayudar a esta familia, sabía que tenía que confiar en Dios para que la gente le ayudara. Fue propósito de Dios que a través de esta experiencia de construir este hogar, toda la familia entregó su vida a Jesucristo. Los unificó como familia, ya que se habían alejado el uno del otro. Ahora aman al Señor más que nunca. Ahora sienten gozo y tienen unas nuevas amistades.
La gente necesita servir y a veces hay que desafiarles a servir y dar con sacrificio. Necesitamos manifestaciones de amor Ágape, que es un amor desinteresado pero con sacrificio; y ese es el amor de Jesús.
Carmen Peterson
Directora de Misiones