Le preguntan a Neil Amstrong- primer hombre en pisar la luna-,” ¿Por qué llegar a la luna?” y el responde: “Hay algo más que buscar…” Jacques Cousteau- el Oceanógrafo francés- que le debemos los descubrimientos fílmicos más asombrosos de las profundidades de los mares, le preguntan: “Sr. Cousteu, ¿Por qué seguir buscando en las profundidades de los océanos?” y el responde: “Hay algo más que buscar…”
Desde los albores de la historia, el ser humano en su espíritu aventurero y de búsqueda constante quiere encontrar “algo más”. Nosotros buscamos también “algo más”. Buscamos salud, felicidad, conocimiento, amor, seguridad, paz e inclusive la paz espiritual. Consciente o inconscientemente estamos en búsqueda de algo más. Y esto abarca el ámbito espiritual. La UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura) dice que hay más de 9,000 religiones en el mundo y sigue en aumento. Voltaire- agnóstico francés- dijo en una ocasión: “Si no existe Dios, hay que fabricarlo”. Un gobernante ruso expreso: “Soy ateo gracias a Dios”. El gran San Agustín decía: “Hay un hueco en el corazón del hombre que lo llena solo Dios.”
Dios es un buscador incansable y su búsqueda comienza en el Edén cuando le pregunta al hombre y a la mujer: ¿Dónde estabas tú?” Han pasado los siglos y Él te hace la misma pregunta en este día. Quizás te preguntarás: “¿Por qué busca Dios al ser humano? A lo menos hay tres razones por la cual Dios busca al ser humano: Primero, para perdonar sus pecados, sí los confiesa y acepta a Cristo como su Salvador. Segundo, para darle la oportunidad de comenzar de nuevo, una nueva historia, una nueva aventura. Tercero, para brindarle el regalo de la vida eterna, porque es ahora un hijo de Dios. No sigas buscando, Dios ya te encontró. Comienza HOY una nueva aventura de fe.
Pastor Luis O. De León