Este título despierta mucha curiosidad e interrogantes. ¿Acaso quien está buscando, no tiene como finalidad encontrar? Nadie calcula, planifica y labora en la búsqueda de una satisfacción personal, simplemente por hacerlo, aunque no encuentre absolutamente nada. Esto no tiene sentido. El que busca el amor, espera encontrarlo, el que busca la felicidad espera hallarla, el que busca una oportunidad para ascensos espera alcanzarlos.

En la vida cristiana también ocurre igual. Oramos, ayunamos, venimos a la iglesia y muchas veces en esa búsqueda de Dios, aparentemente, no hallamos lo que buscamos. Pero muchas veces el problema no consiste en buscar y encontrar. La motivación del corazón es más importante que lo que queremos encontrar en nuestra búsqueda.

Hay personas que llegan a nuestras iglesias buscando una solución rápida para sus problemas de salud, problemas matrimoniales, crisis laborales. Una vez resueltas estas “emergencias” entonces nos olvidamos de Dios y seguimos nuestro rumbo hasta que en el horizonte de la vida aparezca una nueva crisis y repetimos el ciclo. Si usted no está bien con Dios, no podrá pedir, no podrá buscar y no podrá llamar.

¿Cómo buscar para hallar? ¿Cómo encontrar a Dios? Hay cinco cosas que tenemos que hacer:

  • Hay que buscar en primer lugar el Reino de Dios. (Prioridades)- Mateo 6:33
  • Hay que buscarlo más que a nada. (Sed de Dios)- Proverbios 8:17
  • Hay que buscarle con motivos correctos. (Para la gloria de Dios)- Jeremías 29:12-13
  • Hay que buscarle en el lugar correcto. (Al pie de la Cruz)- Lucas 24:1-6
  • Hay que buscarle AHORA. (No postergue)- 2 Corintios 6:1-2

Si tu corazón se ha endurecido, si te sientes triste y te has enfriado en las cosas de Dios, ES TIEMPO DE BUSCARLE, DE PEDIRLE, DE HALLARLE…         A H O R A.

Pastor Luis O. De León

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