En el epicentro del brote de coronavirus en Wuhan, China, las máscaras quirúrgicas se están utilizando no solo para protegerse sino también para difundir el evangelio. Los cristianos aprovechan el uso de la máscara para ocultar su identidad y hablar de Jesús a la gente en las calles y evitar el enjuiciamiento del gobierno chino.
Se estima que hay 100 millones de cristianos en China, que a menudo enfrentan persecución en la nación comunista. Por esa razón, la mayoría opera bajo tierra.
A parte de hablar de Jesús, los cristianos chinos están entregando máscaras a la gente en la calle; y junto con las máscaras, también están repartiendo tratados del evangelio.
La corresponsal de CBN News Asia, Lucille Talusan, dijo que la gente de Wuhan se ha vuelto más receptivos a Cristo por la epidemia de coronavirus.
“Hay cristianos, un ministerio en Wuhan, salen a las calles. Son muy valientes. Reparten máscaras y dicen que son cristianos; comparten el amor de Cristo y señalan a Jesús para que les traiga esperanza a ellos y a sus familias y a toda China… esto es realmente un gran avance.
Carmen Peterson
Directora de Misiones