En todo el mundo, millones de cristianos se unieron este 1 de noviembre en el marco del Día de la Oración por la Iglesia Perseguida. Con más de dos décadas desde esta iniciativa, en este día se ora por los cristianos perseguidos que presentan problemas como opresión de parte del gobierno, violencia y hasta son enviados a la cárcel por su fe en Cristo.
«Cuando preguntamos a los cristianos perseguidos cómo podemos ayudarlos, lo primero que dicen es ‘¡Oren por nosotros!», dijo Todd Nettleton de La Voz de los Mártires.
La persecución que presenta actualmente la comunidad cristiana a nivel mundial ha alcanzado niveles elevados, poniendo en primera fila a los ejecutores de las peores condenas a países de África y Asia; los cuales son reprimidos por los gobernantes y en otras localidades son atacados por distintos grupos terroristas.
Cada año, la organización cristiana “La Voz de los Mártires” publica una guía de oración para que los creyentes en todo el mundo puedan sembrar una petición a favor de las vidas que están siendo perseguidas por los que son contrarios a la fe.
“Un pastor de Vietnam dijo una vez: ‘¡Cuando oras por nosotros, estás sirviendo con nosotros en Vietnam!’ El domingo del Día Internacional de la Oración Perseguida, y realmente todos los días durante todo el año, puede servir con nuestros hermanos y hermanas perseguidos al presentar sus necesidades ante nuestro Padre celestial», dijo Nettleton como testimonio de los que han sido beneficiados con este mover.
Asimismo, Open Doors USA realizó dos eventos especiales a través de Facebook para que los cristianos se puedan reunir con los que han huido de la persecución en Corea del Norte e Irán, además de orar por ellos.
El experto mundial en iglesias perseguidas, Nik Ripken, dice que la mejor forma de ayudar a quienes son perseguidos es “no callar la fe”.
«Los creyentes perseguidos que viven en estos países podrían llevar una vida tranquila, si solo dejaran de compartir el Evangelio. En cambio, arriesgan todo para proclamar el amor de Jesús por los pecadores», señala Ripken.
Quienes integran este tipo de reuniones y eventos, motivan a todos los creyentes del mundo a seguir orando a diario por quienes padecen el sufrimiento de llevar el nombre de Jesús a las naciones.
Carmen Peterson, Directora de Misiones