Esta fue la pregunta que le hice hace algunos años a un joven. Su nombre Roberto Ruiz. Él era el mayor de tres hermanos. Provenía de un hogar desastroso. Sus padres se habían divorciado cuando él tenía 12 años, y nunca volvió a ver su padre. Su madre se casó nuevamente, pero su padrastro no supo ganarse la amistad, ni el cariño de Roberto y sus hermanos. Eventualmente, aquel hogar se convirtió en un infierno de insultos, violencia física y amenazas de muerte. Finalmente, Roberto huyó de su hogar, abandonó la escuela, se dedicó a vender drogas ilícitas y luego se convirtió en adicto.

Estando en una transacción de drogas, sus compañeros le traicionan, le disparan, cae herido gravemente, lo abandonan en el lugar, pero un buen samaritano lo encuentra y lo lleva al hospital. Estando allí, planificaba cómo vengarse, hasta que recibe la Palabra de Dios y la invitación a nuestra iglesia Alianza de Guaynabo. Salió del hospital un miércoles y el domingo asistió al culto. Al final del mismo, Roberto se acercó y llorando me dijo: “Todo esto estuvo lindo, pero mi vida es un desastre, no tengo salida, Dios me abandonó.”  Le pregunté: “Roberto, ¿Cuánto valor tienes?”. Me miro con asombro y me dijo: “Ninguno”. Entonces le dije: “Quiero que sepas que Dios te ama y que eres extremadamente valioso a sus ojos, y si estás aquí, no es de casualidad, Él te trajo, para que sepas que si entregas toda tu vida a Jesucristo, tendrás una vida nueva, un nuevo propósito, un nuevo plan, porque tu valor fue pagado en la cruz por la sangre vertida de nuestro Señor Jesucristo. No vales menos de eso.”

Han pasado 27 años y Roberto es pastor y capellán en los Estados Unidos. Esta historia, estoy seguro, se repite todos los días en muchos lugares. Es posible que jamás te hayas dado cuenta del valor que tienes para Dios. Quizás nunca pensaste en el precio que Dios pago por ti. Dios dio lo mejor que tenía, su único Hijo, por amor a ti y a mí. En Cristo tenemos un nuevo linaje espiritual. Cuando entiendas realmente todo lo que Dios he hecho por ti, entonces podrás actuar en base a sus promesas, su poder y en su victoria. No te conformes con menos de lo que Dios tiene preparado para ti.

Pastor Luis O. De León 

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