Algunas veces no entendemos a Dios. Nos hemos convertido, hemos buscado el Reino de Dios y hemos clarificado el llamamiento y el ministerio para nuestras vidas. Entonces, confiadamente, esperamos el sello de aprobación de Dios para nuestras vidas y nuestros sueños. Y Dios nos ignora despiadadamente. ¡Y pasa el tiempo!, y el romance ministerial se convierte en rabia interior. ¿Será que a Dios no le importa nuestros sueños ni nuestros ministerios? ¿O Será que Dios está haciendo algo especial en nuestras vidas y no nos damos cuenta?  

Si Dios te ha llamado para hacer cosas grandes, NUNCA te usará si no comienzas con las pequeñas grandes cosas de la cotidianidad cristiana. Mientras no olvides tus sueños y tus grandes proyectos para servir a Dios, y dirijas toda tu preocupación al afán de cada día, a dar la palabra sabia, el feliz testimonio, la victoria sobre el carácter y el temperamento, y hacerlo con gozo espiritual y contagioso, mientras todo esto, repito, no lo haces por el “día de hoy”, entonces cada vez estarás más lejos del sueño que Dios te dio un tiempo atrás. 

Muchos grandes hombres y mujeres de Dios están detenidos por haberse atado a un futuro remoto y olvidar que “Si es fiel en lo poco, Dios lo pondrá en lo mucho”.

Tomado del libro “Un Corazón Pastoral” Por el Dr. Carmelo B. Terranova

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