Japón es la tercera economía más grande del mundo, después de China y Estados Unidos. Es el tercer productor de automóviles más grande del mundo y el hogar de Toyota, la compañía automotriz más grande del mundo. Japón es una nación líder en investigación científica. En la electrónica todavía lidera el mundo y también en la producción y uso de robótica. Los videojuegos y la tecnología siguen siendo sus fuertes. Pero la condición espiritual de este país es muy pobre. El secularismo y pecado dominan las mentes y corazones de la gente. 

La historia de Toshi es un vivo ejemplo de la condición espiritual de Japón. No conocía nada de Dios y su familia odiaba todas las religiones, y especialmente el cristianismo. Sus abuelos siempre le dijeron que Jesús era para los occidentales y que ellos tenían su propia cultura y tradiciones.

El conocimiento que tenía Toshi de Jesús, fue lo que aprendió en la clase de historia. Para el, Jesús era otro líder religioso. En una vida desenfrenada de fiestas y alcohol, Toshi encuentra un Nuevo Testamento en la calle mientras iba de camino a su casa. Por temor a su familia, comienza a leerlo en secreto. Queda impresionado por la vida de Jesús, su muerte en la Cruz, pero sobre todo comprendió cuanto Jesús le amaba y que lo había perdonado. Comenzó a visitar una iglesia Alianza que estaba cerca de la pizzería que frecuentaba, porque entendió que necesitaba crecer en su fe y entender mejor la Biblia. Allí afirma su fe en Jesucristo y se bautiza. Su familia, al principio, no aceptaba esta nueva vida de Toshi, pero a medida que han visto que el cambio es real, sus corazones hacia Cristo están cambiando.

JESÚS PARA TODOS, TODOS PARA JESÚS. 

Carmen Peterson

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