La libertad de culto y religión podría ser aplastada por una ley que prepara Ecuador que está escrita al estilo de la colonización española  porque se basa en argumentos de la Ley Religiosa de la II República española.     El supuesto proyecto de ley, de ser aprobado y entrar en vigencia, toda la religión sería controlada completamente por el Estado, lo que indica que frenaría toda expresión pública de fe a las iglesias.

El proyecto de Ley Orgánica de Profesión Religiosa y de la Ética Laica, cuyo autor es Pablo Villagómez Reinel, plantea una serie de reformas y cambios respecto a la profesión de una confesión religiosa.

Villagómez Reinel argumenta que “se busca con ese proyecto ponerles  un freno a las iglesias y restaurar plenamente un Estado democrático de derechos, no de privilegios…, evitar que la religión tenga injerencia en la esfera pública y asegurar que el Estado sea neutral en las creencias religiosas”.

Gustavo Luzardo, pastor evangélico,  señala que esta ley en su parte medular contiene artículos en los que se centra la anti-religiosidad y propugna el humanismo ateo, antes que a Dios.  Indicó que se trata de llevar la religión al plano privado de forma irrestricta y promueve la apostasía que es la negación de la fe cristiana o abandono de las creencias. Todos somos parte de la historia. Isaías 6:1-6

Cuando ocurren eventos que sacuden a la humanidad creamos un recuerdo en nuestra memoria. Ese evento lo recordamos y siempre que hablamos de los eventos de ese día recordamos, donde estábamos, la ropa que usábamos, quien nos acompañaba etc.

El profeta Isaías nos ha descrito una experiencia que marco su vida para siempre, ocurrió cuando el rey murió. Jamás pudo olvidar los detalles de aquel momento, tampoco pudo olvidar que el no era el hombre adecuado para estar presente contemplando la Gloria de Dios!

Hoy, los eventos  que presenciamos solo deben ser testigos a nuestra memoria de que podemos contemplar al igual que el profeta las maravillas de nuestro Dios.

Norberto Arce