Los niños:

  • Deben orar y alabar:

Los niños pueden alabar a Dios (Mateo 21:16) y acallar al enemigo con sus oraciones. “De la boca de los niños y de los que maman, fundaste tu fortaleza, a causa de tus enemigos, para hacer callar al enemigo y al vengativo”. (Salmo 8:2)

  • Tienen tareas:

En la Biblia los niños a menudo han realizado tareas muy importantes. Miriam ayudó a salvar a su hermano Moisés (Exodo 2:4-9). El  joven Samuel compartió con Elí la revelación de Dios (1Samuel 3). Joás fue rey de Judá a la edad de 7 años (2 Reyes 12:1).Y una niña esclava de Israel ayudó a salvar a Naamán, el comandante del ejército de Siria, de la lepra (2 Reyes 5:2-3). En el Nuevo Testamento Jesús proveyó comida para miles de personas gracias a que un niño se acordó de traer un poco de pan y pescado (Juan 6:9)

  • Tienen planes de Dios:

Dios tiene grandes planes para los niños y quiere darles esperanza: “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros (los niños), dice el Señor, planes para prosperarte y no para herirte, planes para darte un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11).  Como siervos de Dios debemos tomar tiempo para los niños de este mundo; enfadarnos cuando vemos que la gente explota a los niños y les aparta de Dios; orar fervientemente por los niños; identificarnos con ellos; animarles y darles confianza.

 

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