Cuando Fidel Castro asumió el poder en Cuba, trajo el comunismo a las Américas.  Estados Unidos respondió con un embargo económico que prohibió la llegada de bienes y servicios norteamericanos a la isla.  En los 50 años desde entonces, más de un millón de ciudadanos cubanos han huido de la represión de lo que aquí se llama “La Revolución”.  Hoy en día, un cubano común no puede cambiar de empleo sin permiso del gobierno y una conexión de Internet no autorizada te puede llevar a la cárcel.  El gobierno es dueño de casi todos los negocios y el salario promedio es de unos $15 dólares al mes.  Los cambios llegan lentamente a un país tan controlado, pero sí están llegando, algunos dirían, por necesidad.  “Saben es sorprendente lo poco que ha cambiado aquí el centro de la Habana desde el comienzo del embargo en los años 60.  Pero hay un lugar donde ha habido cambios recientes, y es en el área de la libertad religiosa, algo sorprendente para un país socialista”, comentó Chuck Holton, en La Habana, Cuba.  “Lo que tuvimos en Cuba fue un tiempo muy difícil para la iglesia.  Casi 30 años sufrimos discriminación por nuestra fe en Jesucristo”, explicó Pastor Víctor González, director de la Convención Bautista.   En los últimos años se han visto cambios dramáticos.  “Creo que el gobierno cubano considera que el Evangelio es bueno para la  nación de Cuba.  Y por esa razón están pidiendo a la iglesia que ayude al gobierno cubano a restaurar el gran valor de la familia”, agregó el Pastor González.

En años anteriores, el ser cristiano le garantizaba una vida dura, de persecución y líderes de la iglesia eran encarcelados o tenían que huir del país.  En 2009, Raúl Castro prometió alejar al país de algunas de las viejas políticas con respecto a la religión.  “En 3 años, de 12 grupos de oración pasamos a 103 grupos.  Algunos años atrás no era posible, pero ahora lo es gracias a un milagro de Dios, porque creo que es la hora de Cuba  y lo más importante es que oren por nosotros  y que nos puedan ayudar con biblias”, mencionó Annette González.  La iglesia también está llegando a las escuelas públicas, donde tienen permiso para instruir a los niños en los principios morales fundamentales.  Algunos cubanos dicen que el gobierno lo permite por razones económicas, pues se ahorra  dinero cuando la iglesia  implementa programas sociales, pero para estos cristianos existen razones más profundas. “Necesitamos tener biblias y materiales para darles, pues nos piden y no las tenemos”, detalló uno de los pastores.  Los cristianos en Cuba  están haciendo todo lo posible para aprovechar sus nuevas libertades y hacer que el Evangelio llegue a todo el país. “Es un tiempo especial para Cuba”, agrego González.