Un grupo integrado por más de 150 líderes evangélicos anunciaron su unidad en un nuevo esfuerzo a favor de la reforma migratoria, y pidieron al gobierno y al Congreso reanudar el debate y aprobar una ley que permita la legalización de millones de inmigrantes indocumentados. Esta postura será difundida en programas de radio mediante una campaña que se transmitirá en aquellos estados que tienen una alta concentración de hispanos, y donde su voto será por lo tanto clave en los comicios presidenciales que se realizarán el primer martes de noviembre.

MOVILIZANDO LA FE
El movimiento “Movilizando la Fe” busca desatrancar un debate que se encuentra atascado en el Congreso por falta de apoyo de los dos grandes partidos. El debate de la reforma migratoria surgió a finales de 2005, cuando la Cámara de Representantes aprobó una severa ley que entre otras medidas criminalizaba la estancia de indocumentados. Luego, en marzo de 2006, el Senado aprobó una versión diferente que incluyó una vía de legalización para millones de indocumentados. Pero en junio de ese mismo año el entonces liderazgo republicano canceló el Comité de Conferencia que armonizaba ambos proyectos bajo el argumento de la seguridad nacional. Desde ese momento los debates han carecido de apoyo suficiente tanto de demócratas como de republicanos para aprobar un cambio a las leyes de inmigración y sacar de la sombra a unos 11 millones de indocumentados. En 2008 los demócratas ganaron la Casa Blanca y se hicieron con el control de ambas cámaras del Congreso. Pese a que el presidente Barack Obama había prometido empujar la reforma migratoria durante el primer año de mandato, otras discusiones, entre ellas la crisis financiera, las guerras en Irak y Afganistán y la reforma sanitaria postergaron el compromiso.

UNIDAD DE LOS EVANGÉLICOS
La unidad sobre la reforma migratoria entre los diferentes grupos evangélicos, sin precedentes, se consiguió luego de un año de diálogos para elaborar una estrategia y mensaje cohesionado sobre el tema y conseguir aumentar la presión en ambas cámaras del Congreso para que aprueben una reforma migratoria humana elaborada sobre bases bíblicas. El pastor Richard Land, presidente del Baptist Convention’s Ethics and Religious Liberty Commission, dijo que “la crisis de inmigración que enfrenta el país afecta a todos los niveles de la sociedad”, y rogó para que se solucione “de manera justa y equitativa”. A su vez, Leith Anderson, presidente de la Alianza Nacional Evangélica, dijo que “el compromiso evangélico con la reforma migratoria se ha incrementado sustancialmente en los últimos dos años”.Otros diferentes Líderes religiosos afirman que están orgullosos de formar parte de este grupo y buscar soluciones a un problema del país. “La justicia siempre va a hablar por aquellos que no pueden hablar por sí mismos”, dijo Carlos Morán, representante de NHLC.