La Plenitud del Espíritu Santo tiene que ver con el control. No es cuanto dones, talentos, habilidades, capacidades humanas y el exhibicionismo de mi ser pueda mostrar para entronarme en el lugar que le corresponde a nuestro Señor Jesucristo. No es ¿Cuánto yo tengo del Espíritu?, sino ¿Cuánto tiene el Espíritu de mi?

Dios quiere tomar el control de toda tu vida. Antes que Dios pueda usarte, el tiene que controlarte. Soñamos con grandes ministerios, con ser misionero en lugares remotos, pastorados en lugares espectaculares, pero para que Dios haga algo con nosotros, primero tiene que hacer algo en nosotros. Es ese el orden correcto de ser instrumentos en las manos del Señor.

Hechos, capítulo 2, es la historia de cómo Dios va tomando el control de cada área. Habla de cuatro plenitudes para vivir a otro nivel. La palabra Plenitud en el idioma griego es “Pleroma” y significa llenar, rebozar de modo que no queden espacios vacios. Veamos:

I- Plenitud de la unidad (Hechos 2:1)– Dios no puede hacer nada con un pueblo dividido. Unánimes, juntos tiene que ver con criterios, prioridades, estaban de acuerdo en un mismo sentir. Todo esto en el escenario de la diversidad y la convergencia producto del compañerismo.

IIPlenitud del hogar (Hechos 2:2)– Antes que Dios tocara a los hombres y mujeres que permanecían en el aposento alto el día de Pentecostés, toco la casa, el hogar. Dios quiere que tu hogar sea santo y sano.

III-Plenitud de la santidad (Hechos 2:3) – En la Biblia el fuego tiene dos significados: Juicio y purificación. El Señor nunca nos va a llenar, si antes no nos vacía por completo. Dios quiere purificar nuestra mente y todo nuestro ser.

IV-Plenitud del Espíritu Santo (Hechos 2:4)– Como una consecuencia de las tres anteriores de manera encadenada, viene como una fuerza irresistible la llenura del Espíritu y el comienzo de vivir a otro nivel. Note que la llenura tiene que ver con el control de la lengua.  Quien tiene el control de tu lengua, tiene el control de toda tu vida.

Viviendo a otro nivel es todo esto: unidad, hogar, santidad, llenura del Espíritu Santo y control de tu lengua. Pregúntate ¿Quién tiene el control de tu vida?

 

Pastor Luis O. De León

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