En un desierto caluroso y polvoriento, viven personas que se mueren de hambre porque no tienen comida.  En algunas aldeas, la gente bebe de charcos  lodosos porque no hay agua potable.  Pero lo más importante es que estas personas nunca han oído hablar de Jesús.  Son conocidos como los mahafaly.  Viven en el sudoeste de Madagascar, la cuarta isla más grande del mundo, cerca de la costa de Africa.  La mayor parte de Madagascar está cubierta por selvas tropicales.

Los niños mahafaly son como los de los Estados Unidos, excepto que son muy pobres.  No tienen muchos juguetes y comienzan a trabajar en el campo o cuidando las cabras y ovejas desde que tienen cinco o seis años.

Grant Waller y su esposa Jodie son misioneros que viven en Madagascar con sus hijos.  Su tarea es hablarles de Jesús a los mahafaly.  Los Waller viven en un lugar muy alejado de cualquier ciudad.  Tienen que viajar por caminos muy difíciles para llegar adonde están los mahafaly.  Si llueve, los hoyos de las rutas de tierra se llenan de agua y casi es imposible viajar.  Cuando las rutas están en mal estado, los Waller usan un helicóptero para llegar a donde deben ir.

Los mahafaly creen que hay un Dios, pero piensan que El está muy lejos.  No creen que ellos  pueden hablar con Dios, ni creen que nada de lo que hagan sea suficientemente bueno para Dios.  Los mahafaly no tienen Biblias en su idioma, así que Grant Waller les enseña historias bíblicas.  Les cuenta historias sobre cómo deben vivir.  Estas personas están ansiosas por escuchar las historias bíblicas y le piden a Grant que les hable de Jesús.  Un día, cuando Grant

estaba enseñando en la aldea mahafaly de Besatra, todos comenzaron a ponerse de pie para decir: “Yo creo en Jesús”.  En total, 55 hombres y mujeres pusieron su confianza en Jesús ese día.  Muchos eran líderes de la aldea.  Lo mismo sucedió en otra aldea.  Para Grant es emocionante  ver  tanta gente de las aldeas creer en Jesús.