Es una misión cristiana internacional e interdenominacional, sin fines de lucro, que trabaja en lugares donde hay persecución religiosa, cuyos fines o propósitos fundamentales son:

PROPÓSITOS:
Proveer Biblias, literatura cristiana y programas de radio en su propio idioma a los cristianos perseguidos en países comunistas, musulmanes y otras zonas donde el evangelio es prohibido.
Ayudar a las familias de los mártires en esas zonas.
Comprometerse a desarrollar proyectos de ánimo para ayudar a los creyentes a reconstruir sus vidas y testificar en los países que han sufrido persecución.
Ganar para Cristo a los que están en contra del evangelio.
Informar al mundo sobre las atrocidades cometidas en perjuicio de los cristianos.

Esparciendo el Evangelio.
El principal trabajo de La Voz de Los Mártires es colocar Biblias y literatura cristiana en las manos de cristianos en países “restringidos” musulmanes y comunistas.
Como estos países prohíben los métodos convencionales de evangelismo, nuestros correos y trabajadores operan bajo constante amenaza de ser arrestados y golpeados, algunas veces ejecutados. Tratamos por todos los medios de ganar para Cristo a aquellos que están opuestos al evangelio.
También usamos la radiofusión evangélica en muchos países restringidos, usando los idiomas que son comprendidos por la mayoría de la gente.

Ayudando a los Mártires.
Los cristianos que son hechos prisioneros o asesinados por su intrépido testimonio, invariablemente dejan seres amados atrás, quiénes deben defenderse por sí mismos. Muchos niños de hogares cristianos, por ejemplo, llegan a ser huérfanos de uno o ambos padres. A la mayoría de las familias de pastores prisioneros no se les permite recibir ayuda del estado. Nosotros ayudamos a éstos mártires.
Por medio de nuestros colaboradores en muchos países musulmanes, comunistas y otros, distribuimos ropa, medicinas, alimentos y otras provisiones. Muchas veces pagamos multas para poner en perseguidos por libertad a pastores, maestros de escuela dominical y otros trabajadores.
Animamos a los cristianos por medio de cartas, regalos y visitas. Los visitamos en prisión. Cada año preparamos el proyecto Operación Bendiciones Navideñas.