“Vosotros sois la luz del mundo… Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”   Mateo 5:14,16

¿Está nuestra vida mostrando a otros cómo es posible encontrar a Dios y vivir para El?  Muchas veces permitimos que la autocomplacencia, el resentimiento, o nuestra falta de amor por los demás impidan que otros vean a Dios en nosotros.  “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.  Juan 8:12

El Señor desea que tú y yo seamos luz para otros. La luz, que es el Señor, se hace nuestra luz cuando le seguimos a El y vivimos como El desea que vivamos.  Es entonces cuando nosotros también nos convertimos en luz.  El mundo, que está en tinieblas, necesita urgentemente ver la luz del Señor en nosotros. Por eso, seamos luz para el mundo.  Esta es una bella responsabilidad que el Señor nos da a los que le conocemos.

Meditación para hoy: ¿Ve mi familia Su luz en mi?  ¿Ven mis compañeros de trabajo, de la escuela o del club Su luz en mí?  Cuidémonos de que nada estorbe el que otros vean al Señor en nosotros.  Somos testigos de la Luz, porque somos testigos del Señor.

Tomado del libro “Meditaciones Diarias para tiempos difíciles” del Dr. Mario E. Rivera Méndez

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