Salomón, rey de Israel, edificó el templo más hermoso que el mundo ha conocido. Lleno de esplendor, oro, madera de gran valor, por mencionar algunos materiales. Lo hizo en el mismo lugar donde Dios probó la fe de Abraham.  Según los estimados modernos este templo hoy costaría miles de millones de dólares, sí, dije miles de millones de dólares.

Sin embargo, lo particular de este templo fue que Dios lo llenó de su gloria. No había dudas de que Dios se manifestó allí a su pueblo.

La historia de Hageo, es diferente. Para su tiempo solo existía el vago recuerdo de un tiempo pasado. Ya la gloria del templo no existía, no había oro, esplendor, maderas finas, todo había desaparecido.

Entonces,  ¿a qué se refirió Dios cuando le dijo, que la gloria postrera sería mayor que la primera?

¿A qué se refiere hoy, la palabra gloria y postrero?  ¿Se cumplió esta promesa?

Formulemos una última pregunta, ¿se refiere esta escritura a…mí?

Norberto Arce Reyes

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