La conversión al cristianismo de unas cinco familias – minoría étnica conocida como sedang- en Central Highlands, una región de Vietnam ha provocado una violenta oposición por parte de sus vecinos. Las familias, acogieron la fe cristiana en el año 2012, sin embargo, han estado sufriendo un acoso constante de sus paisanos por no tomar parte en las prácticas religiosas tradicionales de la zona, que incluyen sacrificios comunales.
Esta interferencia se ha convertido ahora violenta, con tres oleadas de ataques dirigidos contra estas cinco familias.
La oleada de violencia más reciente se llevó a cabo entre el 18 y el 22 de febrero, donde las propiedades de estas cinco familias fueron destrozadas durante varias noches, muchos hogares sufrieron daño estructural al igual que las pertenencias en el interior de estas casas.
Pero allí no terminó todo, sino que el 22 de febrero, un cierto número de estas cinco familias, fueron agredidas, muchos quedaron gravemente heridos. Una de las familias no tuvo más remedio que huir a la selva después de recibir amenazas de muerte.
Además de enfrentar el acoso en sus comunidades, los cristianos vietnamitas que viven en las tierras altas son vulnerables a los ataques violentos por matones contratados por las autoridades para intimidarlos. Las Iglesias en Vietnam también están limitadas por muchas restricciones a sus actividades cristianas, y éstas se han intensificado por una legislación reciente.
Según Barnabas Fund, los policías a menudo se desprenden de sus uniformes o hasta se disfrazan para participar en los ataques. Algunas de las víctimas han abandonado su hogar para refugiarse en el campo. La situación de los cristianos en los ambientes rurales es aún muy penosa, aunque en las grandes ciudades ha mejorado sensiblemente en los últimos años.