Esta es una de las interrogantes que puede hacer un investigador sincero de la verdad o un cínico incrédulo que trata de crear sombras de dudas sobre este hecho. La Biblia afirma que Jesucristo resucitó de entre los muertos.  Es tan importante esta declaración que el apóstol Pablo en 1 Corintios 15:14 expresa lo siguiente: –“Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también nuestra fe”.

Jesús respondió a los líderes religiosos de su tiempo, sobre una señal que demostrara que El era el mesías prometido. El hizo referencia a la señal del profeta Jonás que estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así El estaría en el corazón de la tierra tres días y tres noches. La resurrección de Jesucristo lo hace único, validando su titulo como: El Hijo de Dios.  El apóstol Pablo menciona el hecho de que más de quinientas personas y muchos vivos en ese momento, habían visto al Cristo resucitado.

Frank Morrison, quien fuera periodista agnóstico, trata de escribir un libro para refutar la resurrección de Cristo. Después de mucha investigación, su opinión cambió y se convirtió en un creyente en Jesucristo. El descubrió que si Jesucristo no resucitó de entre los muertos, entonces alguien se lo llevó. Hay tres grupos interesados que podían haberse llevado el cuerpo: los romanos, los judíos o los discípulos.

–          Los romanos habían tenido razón para hurtar el cuerpo, pues querían mantener la paz en Palestina. Pero Ellos mismo no sabían dónde estaba el cuerpo.

–          Los judíos no habrían tomado el cuerpo, porque la última cosa que ellos querían era una proclamación de su resurrección.  Además Ellos fueron los que pidieron la guardia, según Mateo 27.

–          Los discípulos de Jesús no tenían razón para hurtar el cuerpo, y si lo hicieron, murieron por algo que sabían que no era cierto.

–          La otra explicación – según Morrison- Jesucristo resucitó y testigos oculares certificaron esa verdad.

¡Gloria a Dios!  Cristo resucitó y está vivo, sentado a la diestra del Padre e intercede por ti y por mí.  ¡Regocíjate! Porque así como se fue al Cielo, VENDRA, …AMEN.

Pastor Luis O. De León

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