Por una obrera aliancista que trabaja en Bosnia Herzegovina
Una niña pequeña se desmayó en la escuela por motivo del hambre. Me gustaría poder decir que este caso es poco frecuente, pero tristemente, no es así. Los niños de las aldeas vecinas tienen un viaje largo diariamente a la escuela y de regreso a su casa. Las familias tienen poco dinero para que ellos compren un sándwich para su almuerzo. La economía posguerra no puede proveer almuerzos gratis en las escuelas, como se hace en los Estados Unidos. Felizmente, Dios no está limitado por una economía posguerra. Nosotros colaboramos con una iglesia en la ciudad, donde se ha establecido una pequeña “cocina para niños” para proveer un almuerzo nutritivo para los alumnos que viajan distancias largas todos los días a la escuela. La donación que hicimos originalmente para 15 almuerzos por día la recibimos de una agencia misionera que colabora con nosotros. Donaciones de iglesias aliancistas en EE.UU. ayudaron a preparar el local y comprar equipos necesarios. Para el fin de la primera semana, más de 20 niños estaban llegando regularmente; así que Dios ha suplido la diferencia, ¡multiplicando los alimentos cuando era necesario! Los viernes viajamos a la ciudad para ayudar a preparar los almuerzos y después tener clases de inglés, mientras que los niños esperan sus buses.
Oren que los niños sean atraídos a Jesús por esta demostración práctica de su amor.
Gracias por orar por los obreros aliancistas y por las personas con quienes comparten el evangelio.