La Biblia declara que estamos en continua guerra contra el diablo y todas sus fuerzas infernales, sencillamente, porque somos cristianos y pertenecemos al Reino de Dios. En este mismo momento, Satanás está tratando de destruirnos a cada uno de nosotros y a nuestros seres queridos. El está atareado entre bastidores, afanado en manipular, desanimar, deprimir, confundir y tentarnos.
Sin embargo, al mencionarle todo esto, no es con el fin de que usted viva atemorizado y temeroso, porque la verdad es que – con Dios – nosotros somos más fuerte que Satanás. La Biblia dice: “Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.” (2da. Corintios 10:4). La oración es esa arma poderosa. Por medio de la oración podemos derribar y derrotar a Satanás.
¿Cuáles serán los pasos para que esto ocurra?
1-La firmeza y autoridad de la Palabra de Dios– Aunque Satanás es fuerte, Dios no nos ha dejado indefensos. Nos ha dejado la Palabra de Dios. Saber usarla es más que suficiente para derrotar al diablo. Santiago nos dice: “Resistid al diablo, y huirá de vosotros.”(Santiago 4:7)
2-Neutralize su ataque con la oración en el Espíritu- La oración es un instrumento de guerra en contra de las potestades de las tinieblas. Cuando nosotros luchamos en oración con las fuerzas enemigas del infierno, que quieren oprimirnos, el Espíritu Santo nos ayuda a vencer y su oración penetra el cielo. Efesios 6:18- “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu…y…con toda perseverancia.”
3-Clame por la sangre de Cristo- El autor de la epístola a los Hebreos les señala a los judíos cristianos y a nosotros, lo importante que es la sangre de Cristo para la oración. Afirma que tenemos “Libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo.”(Hebreos 10:19)
4- Tenemos la autoridad y el respaldo del cielo- Por ser Hijo de Dios tenemos autoridad sobre Satanás con la Palabra de Dios, la Sangre de Cristo y el respaldo del cielo a favor de nosotros para VENCER.
Si siente que no tiene suficiente poder, dedique más tiempo a estudiar las Escrituras y a Orar. Ore hasta que su alma esté en llamas y estudie hasta que pueda manejar bien su espada, la Palabra de Dios. ¡Somos más que vencedores! Amén.
Pastor Luis O. De León