Cada lunes al medio día, más de 600 estudiantes de la secundaria Redbank Valley en Pensilvania van al club bíblico. Eso lo convierte en el más grande de su tipo en el mundo.  Ellos realizan una reunión abierta una vez al año donde muestran sus locas obras teatrales y bulliciosa adoración y han logrado atraer hasta a mil muchachos a la vez.  Estos alumnos llevan sus biblias por los pasillos, abiertamente comparten el evangelio y ahora, inspiran a jóvenes de su país y del exterior.  CBN News informó sobre el club de Redbank hace dos años, luego de que un televidente enviara un correo.  “Usted hizo ese reportaje y a partir de eso, hemos recibido todo tipo de respuestas”, comenta Doug Gundlach, presidente del Club Bíblico. “En realidad ha creado interés en todo el mundo”, asegura. Incluso, tuvieron que nombrar un encargado de relaciones públicas. “Muchas cosas han pasado. Tuvimos varios proyectos de alcance, así como gente llamándonos para ver cómo lo hacemos”, explica Maggie Mccauley, encargada del departamento. Un gran interés vino del testimonio de Maggie McCauley, quien con 14 años de edad, dirigió a más de cuarenta estudiantes en una oración de salvación. “Aceptar a Cristo frente a todos los compañeros, en un día de clases, no ocurre en todos lados”, indicó en aquel momento hace dos años. Hoy, Maggie dice que pudieron ser casi cincuenta personas. “Estaba ahí sentada contando y dije: ‘No puedo creerlo, 48 chicos’. Pudieron ser más, pero tenía que dejar de contar para poder orar”.

Experiencias milagrosas-La tesorera, Alaina Kunselman, cree que el reportaje llevó una conexión milagrosa. “Luego de aparecer en El Club 700, un club bíblico de la secundaria Rosamond de California, se comunicó con nosotros. Dijeron que vieron el reportaje. Pensé que era genial porque están completamente al otro lado del país”. Los estudiantes de Rosamond compartieron que necesitaban 25 biblias y eso fue exactamente por lo que oraron los jóvenes de Redbank.  “No había pasado una semana cuando alguien pasó a dejar 25 biblias a nuestra oficina: El número exacto de biblias que ellos necesitaban”, asegura Kunselman.  Él donante no tenía idea que estaba cumpliendo una oración. “Él dijo que las tenía dando vueltas ahí en su oficina”.  Alaina mantiene la tarjeta de agradecimiento firmada por los alumnos de Rosamond, quienes recibieron las biblias. “O sea, definitivamente fue algo de Dios”.

Popularidad aumenta-Luego de oír del club bíblico en Redbank, Travis Deans de “Teens for Christ” empezó a dar a conocer la noticia. “Me emociona poder compartir con otros clubes lo que sucede aquí, decirles: ‘Vean lo que Dios puede hacer en su escuela’”. Deans compartió la historia en su sitio Web dirigido a jóvenes estudiantes. “Queremos retar a los alumnos, en especial a cristianos, a pensar en su escuela como un viaje misionero. Que Dios los ha puesto ahí con un propósito, con un motivo. Que Dios quiere usarlos para compartir su amor con sus amigos”.

www.MundoCristiano.tv