Recientemente siete marinos del Ejército de Filipinas murieron al tratar de rescatar a varios rehenes del grupo terrorista Abu Sayyaf. Muy pocos secuestrados han podido ser liberados de las manos de esa agrupación. Sin embargo, un encuentro con Dios cambió la vida de uno de esos rehenes, quien milagrosamente logró escapar con vida.
“Raymund” jamás olvidará esa tarde, cuando rebeldes fuertemente armados de Abu Sayyaf lo sacaron de su auto.
“Durante 2 horas, me cuestionaba: ¿Por qué yo, Señor? Estaba aterrado pues sólo unos días antes, hubo víctimas que no sobrevivieron. Abu Sayyaf los mató”, comenta.
Raymund oró para no sufrir el mismo destino de los otros secuestrados. “Le dije a Dios: Soy distinto a ellos. Sobreviviré, porque tienes un propósito por el cuál permitiste que esto pasara”, asegura.
Raymund es cristiano y vive en Mindanao, uno de los pueblos más musulmanes de Filipinas.
Al caminar por las calles de este pueblo se siente gran inseguridad, porque aquí los cristianos son blanco de los secuestradores.
“Almir”,un ex miembro de Abu Sayyaf, es ahora informante del ejército filipino. Él dice que el Islam y el dinero motivan al grupo terrorista.
“Ellos están muy enojados con los cristianos, en especial con los turistas extranjeros. Si uno no paga el rescate lo matan. Ellos quieren islamizar a toda la isla, pero eso es imposible porque aquí cristianos y musulmanes viven juntos”.
Raymund se desanimó tras pasar más de un mes atrapado, en la selva. La oración –y un encuentro con Dios– lo sustentaron.
“Dije: Señor, si realmente estás aquí, dame una señal. Haz que llueva. Hacía mucho sol ese día, pero después de orar, llovió muy fuerte. Yo estaba feliz y eso me fortaleció, porque sabía que Dios estaba conmigo en esa jungla. Hice una promesa: Si salía, serviría al Señor sin importar el costo”. Los secuestradores liberaron a Raymund varias semanas después de que su familia pagó el rescate.
Hoy, Raymund sirve con los Gedeones y ayuda a distribuir biblias, incluso a policías musulmanes.
“Gracias por darle a nuestros oficiales estas biblias. Soy musulmán, pero acepto la Biblia, porque algunas enseñanzas también están en el Corán y me ayudan mucho”, dice Mendir, un inspector de la policía quien es musulmán.
Aunque Raymund tuvo suerte de ser liberado, cinco extranjeros y tres filipinos siguen cautivos.
Raymund ora para que un rescate militar, respaldado por Estados Unidos, o incluso un encuentro con Dios, los libere.