Qué Verdad tan fundamental, pero olvidada en los paradigmas del evangelio moderno. No está de moda SER COMO JESÚS, sino cómo obtener el mayor número de ventajas de la fe, sacrificando lo mínimo y con el mínimo esfuerzo y compromiso. El Evangelio de Jesucristo se ha convertido en las nuevas ofertas de especiales de los grandes centros comerciales (Mall), llévate uno y el otro a la mitad de precio con la garantía de grandes bendiciones, entrada al cielo y la vida eterna.
La vida cristiana es más que ir al cielo y escapar del infierno; es el desafío, mientras vivamos en la tierra, de parecernos a Jesucristo. Cuando desfiguramos nuestro modelo referencial, hacemos de la vida cristiana un sinnúmero de estatutos y mecanismos rutinarios para nuestra conveniencia que en nada extiende el Reino de Dios.
La sociedad moderna ha permeado sus bajos modelos y han reemplazado el gran modelo: JESUCRISTO. Curiosamente la mayor batalla teológica al comienzo de la iglesia fue combatir las herejías en cuanto a la persona de Jesús. Si no se definía exactamente quien era realmente Jesús, tampoco se definiría exactamente quienes eran los cristianos. El concepto final que tengo de mi mismo estará condicionado al concepto final que tenga del Señor Jesucristo. Esto traerá una vida influyente y ascendente. El apóstol Pablo decía con gran convicción espiritual y era el secreto de su gigantesca vida: “Con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo, sino Cristo en mi…”
Nuestro evangelio moderno con sus grandes ofertas y ventajas han desfigurado el gran propósito de la vida cristiana: SER COMO JESUCRISTO. ¿Tu lenguaje, comportamiento, actitudes, reacciones, conducta, amor, REFLEJAN A JESUCRISTO? Si no es así, es tiempo de reflexionar y regresar al modelo original, a los fundamentos de la fe y tu vida, tu familia, tus amigos y el mundo cambiarán. Serás VERDADERAMENTE VICTORIOSO.
Pastor Luis O. De León