La Alianza Cristiana y Misionera no nació como una institución religiosa más, sino como un movimiento con una gran pasión misionera. Esa fue la visión del fundador Dr. Alberto Benjamin Simpson.
Dice el evangelio de Mateo 24:14- “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” Este texto fue el que llevó al Dr. Simpson a la comprensión que no vendría Cristo sin que antes haya sido predicado el evangelio en todas las naciones. Este pensamiento taladraba su mente y su corazón, el cual lo llevó a renunciar a su ministerio pastoral para dedicarse a enviar misioneros donde nunca se había predicado el evangelio.
La Alianza de Fajardo está comprometida con esta visión que nace del corazón de Dios y que es la razón de ser de la iglesia. Convencidos de esta verdad que coincide con la voluntad de Dios, hemos realizado varios viajes misioneros a corto plazo. En el año 2012 – que fue nuestro primer viaje misionero- estuvimos en la República Dominicana, Dajabón, en el sector Lomas de Cabrera, la cual fue una experiencia gratificante y transformadora para las seis personas que participamos. En el mes de marzo del 2013 estuvimos apoyando la iglesia “Luz al Mundo “en Piriapolis, Uruguay, fortaleciendo la fe de los hermanos y motivándoles en el evangelismo en una ciudad cuyo dios es el dinero y el ocultismo. En ese mismo año en el mes de Junio, viajamos a Santiago Rodríguez, los Miches en la Republica Dominicana un grupo de ocho personas cuyas vidas no fueron las mismas.
Este año 2014, estaremos viajando nuevamente a la Republica Dominicana en Dajabón en los pueblos de Santiago Rodríguez, los Miches, un grupo de 13 personas y estaremos cruzando la frontera hacia Haití, donde hay una iglesia de la Alianza que se reúnen cerca de 800 haitianos para la Gloria de Dios.
Nuestra meta en los próximos años es visitar los países de Centro y Sur América y eventualmente España. Sea parte de este esfuerzo con sus oraciones y aportaciones. Así estaremos cumpliendo con La Gran Comisión: “Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén.”