Siempre que se habla de misiones, nuestras mentes se transportan sobre las alas de nuestra imaginación a lugares lejanos como África, China, Medio Oriente o alguna nación con recursos económicos limitados. Pero la visión misionera, según establece el libro de los Hechos 1:8, comienza en nuestro entorno, con nuestros vecinos, familias, la nación y el mundo.

Dave Beidel, pastor de New Hope Community Church en Staten Island, New York, habla de los desafíos y oportunidades del ministerio urbano, y cuenta como Dios le permitió experimentar “una pequeña fracción del dolor” que Cristo siente por la ciudad.

En el Evangelio según Mateo 9:36 nos muestra la visión de Jesús por la gente cuando dice: “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.” No hay descripción más certera sobre la condición de la humanidad que la que el mismo Señor Jesucristo nos expresa en este pasaje.

Roguemos al Padre que podamos recuperar la visión de Jesús por las multitudes y movidos por esta visión realizar con pasión nuestra labor evangelística y misionera; primero con los nuestros y luego hasta el fin del mundo.

Amén.