Mi mamá falleció cuando yo tenía tres años, así que vivía con mis abuelos.  Cuando tenía siete años, mi padre llegó para llevarme con él, pero fue como si él no fuera mi padre.  Él no me aceptó.  Prefirió estar con su nueva esposa y sus hijos, y yo siempre estaba marginada. No podía acercarme a ellos.  Fue un tiempo muy difícil para mí.  Muchas veces vivía aparte de la familia.  Yo mandaba a personas para rogar a mi padre que me aceptara.  Él me aceptaba pero tres meses después me botaba otra vez.  Cada vez que me botaba, me decía que no era mi padre. 

 Después de eso, yo vivía con una amiga de mi tía.  Ella tenía un restaurante al aire libre que vendía sopa.  Yo trabajaba allá hasta las 2:00 am.  La dueña del restaurante me entregaba a hombres.  Me acuerdo que fue el 31 de diciembre que me embaracé.  Mi bebé nació el 10 de octubre, y un mes más tarde vine a Dorcas House.  Era una persona que estaba llena de enojo. No me gustaba estar con otras personas.  Pero gracias a la familia que tengo aquí, y el amor que me han mostrado, he podido cambiar, y ahora sé que Dios quiere que yo le sirva.  Puedo ver ahora que aún las cosas difíciles en mi vida, como estar embarazada, me han llevado a donde estoy ahora.  Dios me ha mostrado muchas cosas.  Me ha mostrado cómo recibir y dar gracias. Estoy orando para que Dios me ayude a ir a una escuela bíblica.  Quiero servir a Dios aconsejando a otros.  Quiero ayudarles con sus problemas, así como yo recibí ayuda aquí, por la gracia de Dios.

“Convertiste mi lamento en danza, me quitaste la ropa de luto y me vestiste de fiesta.”

Salmos 30:11

Dorcas House provee consejería espiritual, entrenamiento vocacional y clases de alfabetización a mujeres jóvenes marginadas de Burkina Faso—uno de los países más pobres del mundo.