La obrera internacional de la Alianza en Guayaquil, Ecuador, Stephanie Beers, ofrece clases de cocina a las mujeres de la clase profesional. La hna. Beers nos habla acerca de cómo los profesionales necesitan al Señor.
La clase profesional o clase alta son personas que aparentemente tienen de todo, y dinero para cualquier cosa. Pero la realidad es que sus casas están llenas, pero sus corazones están vacíos.
Desarrollar el ministerio a estas personas es difícil por distintas razones, pero la principal es la actitud cerrada que ellos mismos tienen hacia los demás: “Tu eres pobre y estúpido; ¿Qué puedes enseñarme a mí?”
Sin embargo, detrás de esta actitud se esconden grandes necesidades que muchas veces no son atendidas, inclusive a estas personas no se le está predicando el Evangelio. Son personas que nadie comparte con ellos, ni les muestran amor.
A través de este ministerio se comparte el evangelio con la excusa de aprender a cocinar. En realidad estas mujeres no cocinan porque tienen sirvientes en sus casas. Lo más que ellas desean es compartir y recibir una Palabraque las anime y toque las necesidades de su corazón. Se dedican a orar por las necesidades de estas mujeres y sus hogares y el Señor sigue añadiendo más mujeres profesionales para ser bendecidas.