En el devocional mañanero que celebrábamos como parte de nuestra preparación para las tareas ministeriales en Santiago Rodríguez, República Dominicana, el Pastor Orlando Mathews nos relató una experiencia personal significativa en su crecimiento como Pastor, misionero y plantador de iglesias, terminando con una frase que toco nuestros corazones: “Seamos jugadores, no espectadores”.
Mientras escuchaba esta frase que toco mi corazón y simultáneamente observaba los rostros de los muchachos absortos, pensé en tanta gente valiosa en nuestra iglesia, con talentos, dones espirituales, capacitados para la obra del ministerio que se conformaron con ser espectadores, observando a la distancia, huyendo del llamado de Dios. Muchas veces tenemos una larga lista de impedimentos y excusas que nos satisfacen la conciencia pero no son válidas delante de Dios.
En la conclusión del relato, el Pastor Mathews nos exhortaba: “Puede ser que jugando en el equipo de Dios (aludiendo a un equipo de béisbol), la pelota se te cuele entre las piernas; no abandones el juego, no te sientes, ve y recoge la pelota, entra al juego, Dios te va a bendecir por tu persistencia.”
Estoy seguro que estas palabras al igual que a mi marcaron el corazón de los muchachos. Mientras seamos jugadores, el brillo de la gloria de Cristo resplandecerá en nuestros rostros, pero mientras seamos espectadores nos convertiremos en una sombra de lo que pudiéramos haber sido en Cristo y jamás seremos felices. Siempre habrá en nuestros rostros el reflejo de una tristeza permanente.
Te animo el próximo año ser parte de esta aventura espiritual. No seas más espectador, sé un jugador.
Pastor Luis O. De León