Marcia nació como fruto de una violación en el país del Paraguay. Conoció a su padre que era dueño de un prostíbulo. Su madre, luego de muchos viajes a Brasil, se entregó a la magia blanca, la brujería, en fin, al ocultismo. Su niñez fue muy triste y desdichada.
Un día le cuenta a su amiga que fue violada por su tío. Luego de esta experiencia de horror, Marcia pensó que su vida era un error y que ella estaba demasiado sucia para una relación con Dios. Así que se entregó a una vida sexual desenfrenada, ya que tenía mucho coraje, rebeldía en su corazón y tristeza porque en su vida se volvía a repetir la historia de su madre.
Después de mucho tiempo viviendo de esa manera, llegó el momento que no pudo más. Va a la iglesia y decide entregar su vida a Cristo, donde por primera vez encontró el propósito de su vida. Marcia se convirtió en una apasionada evangelista, ganando muchas personas para Cristo.
Lamentablemente, de camino a su trabajo, cruza la calle, se resbala y un autobús la atropella ocasionándole la muerte. Su fallecimiento inspiró a muchos de su congregación, especialmente a los jóvenes a servir de todo corazón y pasión al Señor, compartiendo el evangelio.
Así como Marcia, tu vida tiene valor y propósito en las manos del Señor. No pongas un signo de interrogación donde Dios puso un punto.
Carmen Peterson
Directora de Misiones