Al misionero Don Fairley le fue entregado un bastón por el jefe de la tribu de Gabón, África como símbolo de honor y con la esperanza de que él volviera a Gabón. Fairley contesto: “Volveré y le entregare su bastón”.

Era el tiempo de la Gran Depresión y la suma de dinero que Fairley necesitaba para regresar al África parecía imposible de alcanzar. Pero él estaba convencido que Dios le estaba llamando para volver a Gabón y seguir predicando el Evangelio en toda aquella región. No tenía duda de que Dios le iba a proveer.

Dios abrió las puertas para la gente de Gabón de una manera milagrosa y Don Fairley regreso con el bastón de fe a la aldea donde comenzó su trabajo misionero.

Hoy en día el número de cristianos en la Alianza de Gabón está cerca de 50,000. Es la iglesia evangélica más grande del país de Gabón gracias a la Visión y Pasión que Dios puso en un hombre que decidió a pesar de los obstáculos obedecer a Dios. Dios puede hacer grandes cosas cuando somos obedientes.

 Carmen Peterson, Directora de Misiones