En el momento de la salvación, Cristo vive en nosotros porque somos la habitación del Espíritu Santo. Pero en el momento de la santificación, Cristo empieza a vivir a través de nosotros a medida que permitimos que el Espíritu Santo nos llene. La santificación es el acto de obediencia absoluta a la Palabra de Dios desechando todo aquello que a Él no le agrada. La santificación forma a Cristo en nosotros que es el reflejo del Fruto del Espíritu.

Más por Él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención.” (1 Corintios 1:30)

 Carmen Peterson

Directora de Misiones