Todo lo que tenemos le pertenece a Dios. Somos sus mayordomos. El papá de Sammy nos cuenta la historia de su hijo, que le gusta ser el centro de atención, le gusta divertirse, es un líder y otros niños le siguen. Dice que Sammy es bien enfocado y cuando se compromete con algo, lo hace del todo aun en su temprana edad. Sammy dice que lo que Dios diga que hagas, es casi seguro que te va a salir bien y no es para mal. Él ofrendó todo el dinero que tenía para Grano de Esperanza, lo cual es un programa que provee granos a gente pobre. Dice que tuvo una sensación especial, que nunca había sentido antes al ofrendar todo lo que tenía. Su papá cuenta que Sammy pasó tiempo en Burkina Faso cuando estaba más pequeño y vio personas enfermas, con discapacidades, que sufrían de hambre, que necesitaban ayuda y entendió que eran personas reales. Pero comprendió que Dios les amaba a ellos. Y decía “si este dinero le pertenece a Dios, entonces, Dios desearía ayudar a las personas a quienes Él ama”.

Alice, la mamá de Sammy les explicaba a sus hijos que en la iglesia iban a recoger una ofrenda para Grano de Esperanza. Los niños habían estado ahorrando su dinero. En este hogar se les enseñan a los niños la buena mayordomía y tienen una alcancía que tienen 3 secciones. Sammy explica que le dan 10% del dinero a Dios para el diezmo, luego una parte va para mis ahorros y el resto lo puede gastar. Él miró a su mamá y le dijo que quería darlo todo. Alice le dijo que tenían 3 secciones y si quería ofrendar sus gastos y sus diezmo, que ellos estaban de acuerdo. Pero la 3 sección es para ahorros y que tenía que ahorrar. Sammy cuenta que sus padres le decían que con ese dinero podría comprar un carro, asistir a la universidad y hasta podría comprar una casa. Pero Sammy le decía a su mamá “Cómo puedo gastar para la universidad o para un carro, cuando hay gente muriéndose de hambre. Puedo ir a la universidad a pie.

. Creo que Dios quiere enseñarnos algo. Dios quiere que veas lo grande que Él es. Que usemos el dinero, o el talento que tienes para glorificarlo a Él. A veces eso significa que lo vas a dar a otros. ¡Todo! Lo maravilloso de esta historia es cuando le preguntas a Sammy que fue los más que le gustó el año pasado fue ofrendar todo lo que tenía a Grano de Esperanza.

Carmen Peterson, Directora de Misiones