En las cruzadas evangelísticas que celebraba el Dr. Billy Graham, el tiempo del llamado para la decisión de recibir a Cristo como Salvador, comenzaba con la interpretación de la Coral de un himno clásico que está en los himnarios de Vida Cristiana –ya en desuso lamentablemente- cuyo título es: “TAL COMO SOY”. Es interesante conocer la historia detrás de este clásico evangélico. Carlota Elliot tenía profunda amargura. Primero, por su condición física, luego por un abrumador sentimiento de culpabilidad. Toda su vida, según ella, había sido una equivocación. Lamentaba haber nacido, haber vivido y no haber muerto. Las palabras: “desgracia”, “Conflicto grande”, expresaban muy bien su estado de ánimo. No se aceptaba a ella misma, y sabía que muy pocos la aceptaban, si es que había alguien.
Hasta que el Bendito, Amado y Tierno Jesucristo apareció en su vida. Y la aceptó tal como era, la llenó de su infinito amor, nueva vida dichosa y una música celestial. El himno “TAL COMO SOY” es la historia de su vida, y la historia de millones y millones que Jesús les aceptó tal como eran.
Dios tiene una Bienaventuranza para ti: Tal como eres te acepta el Señor. No te pide nada, excepto el corazón. Y luego con manos tiernas y sabias trata que seas como ÉL es, TAL COMO ÉL ES. Nunca alcanzará nuestras vidas para agradecerle al Señor que nos aceptó, nos recibió y nos ama tal como somos.
Cuando entendemos nuestra naturaleza y nos descubrimos cómo somos y permitimos que Dios obre en nosotros, aceptándonos tal como somos, entonces somos felices, dichosos y bienaventurados.
Pastor Luis O. De León