Cuando el Titanic se hundía tras chocar con un témpano de hielo, el pastor John Harper, se apresuró para ayudar a la gente y predicarles de la salvación en Cristo. “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo”, decía.
La catástrofe ocurrió el 14 de abril 1912, cuando el Titanic chocó con un iceberg en el Océano Atlántico y posteriormente se hundió. Harper, de 39 años, se dirigía a los Estados Unidos para predicar la Palabra de Dios en la Iglesia Moody.
Harper, pudo haber abandonado el Titanic y salvar su vida, pero prefirió quedarse en la embarcación para socorrer a otras personas. Envió a su hija, Annie Jessie, de seis años, junto a su hermana en un bote salvavidas, quienes sobrevivieron a la tragedia.
Uno de los sobrevivientes, informó que el pastor Harper cedió su chaleco salvavidas a otro pasajero y continuó predicando el Evangelio de Cristo hasta el final, de acuerdo al libro “El último héroe del Titanic”, publicado en 2012 por Moody Adams.
“En los cincuenta minutos finales, George Henry Cavell, que estaba apoyado en una tabla, se acercó a John Harper, quien se encontraba flotando en el agua, y desde allí le gritó: “¿Es usted salvo?“. Él respondió: “no”. Harper gritó las palabras de la Biblia: “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo“. Antes de responder, el hombre fue empujado por el mar.
Después de algunos minutos, la corriente trajo a George de vuelta cerca al pastor. Una vez más, Harper gritó, “¿Es usted salvo?”. Una vez más, respondió: “no”. Harper repitió las palabras de Hechos 16:31: “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo”.
Ya cansado y sin fuerzas, Harper se deslizó en el mar y se ahogó. El hombre que evangelizó puso su fe en Jesucristo y más tarde fue rescatado por los botes salvavidas. En Ontario, Canadá, George Henry dio testimonio que fue el último convertido de John Harper.
El pastor Harper selló en su muerte, lo que había vivido a lo largo de su vida: la pasión por el Evangelio y la preocupación por las almas perdidas. Según su hermano, el pastor George Harper, John llevó a mucha gente al Señor durante su vida, mostrando el poder del Evangelio para el mundo.
Carmen Peterson
Directora de Misiones