El Sermón del Monte es la medida del carácter del cristiano y el carácter del cristiano es lo que se espera en todo aquel que se declara hijo de Dios. Dios no tiene varios modelos. Él tiene un solo modelo. Para intentar llegar a ese modelo, Dios ofreció al ser humano varios recursos:

  • La ley de la conciencia– Rom. 2:15- Las leyes morales están escritas en el corazón del ser humano.
  • La ley escrita – Aunque fue dada a los judíos, sus principios son comunes a todo ser humano. Pero la ley es quebrada por la impotencia de la naturaleza humana.
  • ENTONCES VINO CRISTO– Algunos podían pensar que la ley desaparecería. El Evangelio perdona todo, solo habría que creer. Pero Jesús exige que cumplamos la ley aún más que los religiosos de sus días, pero con una gran diferencia: el poder interior para cumplirlas. Si la vida cristiana fuera únicamente demandas sin el poder para cumplirlas, sería peor que la ley y se convertiría en una carga mayor. Ahora tenemos a nuestro alcance tres recursos que hace que sea posible el cumplir los grandes mandamientos de Dios: el Evangelio. El Espíritu Santo, y la Persona de Cristo.

La gran pregunta es: ¿Cómo ser grandes en el Reino? Jesús dice que hay hombres y mujeres grandes y hombres y mujeres pequeños, ¿CÓMO MEDIRLOS…? Se mide por el respeto a los pequeños mandamientos, que luego convalidan  los grandes mandamientos. Actualmente nos asustamos con el auge de la criminalidad, divorcio, el sexo indiscriminado, homosexualidad, corrupción, drogadicción…etc. ¿Cómo se llegó a este estado de cosas? Se llegó por el camino de la permisividad, complicidad y el silencio de la iglesia. Cuando comenzamos a caer en las pequeñas cosas, caeremos en las grandes cosas.

Cumplir con la ley es cumplir con nuestra propia estima. Es agradar a Dios. Es ser grandes a los ojos de los demás, y esto, solamente lo puede hacer Cristo en nosotros. Esto es Salvación. Ser grande en el Reino no consiste en declarar grandes promesas, sino en obedecer grandes mandamientos. ¿Eres tú grande en el Reino?

 

Pastor Luis O. De León  

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