Natanael se sorprendió del discernimiento y la autoridad de Jesús.  Y hace una de las afirmaciones más osadas para sus días: “Tu eres el Hijo de Dios, Tu eres el Rey de Israel”. Y Jesús le respondió: “Cosas mayores que estas veréis”.

Esta es la marca distintiva de la vida cristiana.  Siempre hay cosas mayores que ver. Comenzamos creyendo, pero hay mucho más.  Comenzamos orando, pero hay mucho más. El lenguaje de la fe afirma la palabra de Jesús: “cosas mayores veréis”.  La vida cristiana no tiene límites, siempre hay cosas mayores.

Cada nuevo templo no es un final, es un comienzo.  Es la sublime y bendita excusa para proyectar, hacer, ver COSAS MAYORES QUE ÉSTAS.

Y lo tendrá que saber el mundo invisible donde tronos y potestades serán desplazados por cosas más grandes que éstas y solo Cristo será exaltado. Y lo sabrá la comunidad donde descubrirán un nuevo concepto de estilo de vida, de iglesia y de genuina cristiandad.

Y lo tendrán que comprender los pesimistas, los depresivos y los frustrados al sorprenderse, aun a regañadientes, que en la vida del Espíritu cosas mayores que éstas siempre se verán.

Y ¡ALABADO SEA DIOS! Lo verán los ángeles y arcángeles que una vez más confirmarán lo que comenzó en el Calvario sigue creciendo con la promesa que nunca ha fallado y que siempre parece nueva:  ”COSAS MAYORES QUE ÉSTAS VERÉIS”.

 

Tomado del libro: “Un Corazón Pastoral”

del Dr. Carmelo B. Terranova

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