Uno de los secretos más grande para que la oración sea contestada es aprender a orar con alabanza. La alabanza es la contraseña para tener acceso al poder de Dios.
En el momento que nosotros elevemos nuestra voz en acción de gracias y alabanzas al Señor, estamos sintonizándonos con el espíritu de alabanza de aquellos que adoran a Dios congregados alrededor del trono celestial. Las alabanzas de Dios resuenan por todo el cielo y como afirma la Escritura: “Para que en el Nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre”. Filipenses 2:10-11. ¿Por qué es tan importante que en nuestra vida cristiana aprendamos a orar con alabanza? ¿Cómo hacerlo?
- La alabanza abre las puertas de los cielos a nuestras peticiones. Tenemos el ejemplo de Pablo y Silas en la cárcel. (Hechos 16:25-28). Por medio de la alabanza y la oración, vieron el milagro del terremoto y se les abrieron las puertas de la prisión, pudieron ganar al carcelero y su familia para Cristo.
- Bendiga el Nombre del Señor en todo lo que haga. La Biblia nos motiva de la siguiente manera: Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca.” Salmos 34:1
- Levante las manos al cielo. Cuando levanto mis manos en alabanzas y acción de gracias a Dios, mi momento de oración se enriquece. Levantar las manos es símbolo universal de entrega.
Levante las manos, llene su boca de alabanzas, póstrese, adórelo y ore. Acercaremos el trono de Dios a nosotros y nosotros estaremos sumergidos en su Presencia.
Pastor Luis O. De León