Una iniciativa de amor a las almas ha hecho que la palabra de Dios llegue a los lugares más remotos de Brasil. El proyecto Campos Blancos, liderado por la misionera y escritora  Kelem Gaspar junto con su esposo misionero Dulcival Guedes, ha alcanzado pueblos indígenas, ribereños, quilombos, gitanos, sertanejos e inmigrantes de las regiones Norte y Nordeste de Brasil. Desde el 2005, el trabajo humanitario ha cambiado la vida de miles de niños y adolescentes por medio de la evangelización, discipulado, alfabetización, refuerzo escolar y ayuda social. El proyecto se desarrolla en guarderías y en bases misioneras donde el evangelio no está suficientemente disponible.

Durante el período de un año, las candidatas al campo misionero reciben orientación y entrenamiento práctico en el curso de misiones Pakau Oro Mon, ubicada en Maracaná. Actualmente diez muchachas están siendo preparadas en la asociación y muchas no poseen ningún tipo de ayuda financiera. Después de formadas, ellas siguen al campo misionero. Además de las candidatas en entrenamiento que ya actúan como voluntarias, la iniciativa aún mantiene 20 misioneras que actúan en diez guarderías que atienden cerca de mil niños con muchas carencias, incluso alimentos.

La Asociación Misionera Campos Blancos no recibe ningún apoyo político y no cuenta con ayuda de iglesias o empresas. La directora del proyecto cuenta que todo es por fe.

Carmen Peterson

Directora de Misiones